¡¡¡¡HOLA!!!!!!
Está bien, guardad los arcos y las hachas, he venido en son de paz* levanta las manos en señal de rendición* Bien, sé que me odiáis, que no tengo perdón, pero mi tardanza tiene motivos, la mayor parte achacados a mi falta de inspiración, la otra a mis múltiples tareas que no tenían otro fin que de solaparla un poco. no sabéis lo tanto que me ha costado escribir este capítulo, inicialmente quería que la historia me llevase un año, pero en fin ya veis el resultado* suspira. * Retomamos entonces nuestra ficción 4 meses después. Según la historia Nuestros tributos acaban de pasar las pruebas no sin subir algún que otro conflicto, ha habido discusiones, peleas, Cynthia se ha comportado de una forma un poco infantil y William nos va poco a poco mostrando sus cartas. Entre medias está Nolan que cada vez se va volviendo un poco más insistente y sus aliados que lo tienen que soportan, ¿o no? Todo se verá en ese capítulo, junto con la puntuación de los demás tributos importantes y sus estrategias, las cosas se irán arreglando y torciendo poco a poco. ¿Se salvarán nuestros protagonistas de todo esto? Veásmolo entonces....
Capítulo
13: Planes encubiertos.
PD: en cuanto acabe la publicacion del capítulo prepararé una entrada con una lista de Tributos que visto lo cada vez más cerca que estamos de la arena, quizás haga falta. Irían los tributos, los nombres que sabemos y los datos desperdigados que encuentre de ellos alrededor de los capítulos. Será una útil ayuda, no solo para mí sino también para vosotros. Pues al igual que stern esta historia tiene muchos personajes. No quiero que os liéis con todos :)
La colgaré en cuanto la acabe :P
— ¡Un 11! — Declaró la voz
colérica e indignada de un desconcertado Robin. — ¿¡Ese me…chico
ha sacado un 11?! —Volvió a declarar ante su compañera y mentores
que no hacían más que mirar la pantalla, sentados, Brutus y
Ennobaria serenos y Miller sorprendida pero sin moverse, mientras que
él prácticamente se había levantado incrédulo. Lo cierto es que
estaba asustado, se había imaginado que William podría ser fuerte
pero no tanto. A simple vista parecía superarles a todos y eso hacía
que su resolución a ganar se flaqueara, aunque no quisiera.
— Robin, cariño, por favor,
siéntate. — pareció reclamarle una mujer de pelo extremadamente
corto negro y ojos marrones almendrados, bastante sencilla a pesar de
ser del Capitolio. Era Abbie, su acompañante de distrito. — ¡Ten
modales y vuelve a tu sitio! No nos dejas ver. — Añadió, el chico
volvió a sentarse a regañadientes mientras en la pantalla parecía
resplandecerse un, no menos brillante diez al lado de la foto de su
compañera, Cynthia. Miller por su parte arqueó una ceja
desconcertada, pensaba que la chica recibiría menos nota pero su
expresión se convirtió en una de indignación y sorpresa cuando vio
la nota de su compañero. Un nueve, parecía que los vigilantes eran
más severos este año.
— ¿Nue…Ve? — terminó de
articular mirando a su compañero con extrañeza, este se levantó
pestañeando incapaz de creérselo y rabioso apretó los puños.
Maldita, sea, ¿por qué tenía una puntuación tan baja? ¿Qué
demonios había hecho mal?
— ¡Esto es indignante! — Declaró
a nadie en particular y se marchó apurado.
— ¿Robin? — preguntó ella pero el
chico no pareció remarcarla, tampoco esperaba que lo hiciera, ni
siquiera se conocían antes de la cosecha, sin embargo les habían
obligado a convivir, convertirse en una alianza casi impenetrable,
solo para ganar.
—Déjalo Miller. — Reclamó
Ennobaria imperceptible instándola a sentarse de nuevo ya que se
había levantado para acudir tras el chico.
—Pero... — articuló ella
dubitativa, estaba preocupada, para cuando Brutus dijo:
— Sí, haz caso a tu mentora y
siéntate. Robin es un chico fuerte, se le pasará, solo ha sido un
golpe a su orgullo. — El hombre sonrió y ella asintió volviéndose
a sentar en su sitio, dispuesta a seguir escuchando el televisor.
—Vaya, eso ha sido toda una
sorpresa.— Expresó caesar a la cámara. —No tanto como lo
crees—, pareció contestar Claudis. —Tenemos aquí unos
comentarios de los vigilantes que quisieron hablar con nosotros
definiendo a Robin como un chico presuntuoso que aparenta más de lo
que es. Por lo visto se han llevado una gran decepción con él…—El
locutor pareció pensativo mirando los papeles que llevaba. Caesar se
aclaró la garganta.
—Pasemos ahora a su compañera, la
impresionante Miller— Los vítores del público hicieron
sonreír satisfecha a la chica de cabellos negros. —Según me
dicen la cosa ha estado muy reñida entre dos puntuaciones.— Esperó unos instantes como dejando al público hacerse sus teorías. —Pero finalmente se ha decidido que solo podía destacar un
tributo en estos juegos y por ello la obsequiaron solamente con un
diez.—Una parte del público protestó y otra chilló
entusiasmada mientras que ella, la interesada, se mostró conforme.
Era una buena puntuación, llamativa, pero no alarmante. Gracias a
ello sus compañeros sabrían que era fuerte, pero tampoco la
señalarían como un objetivo temprano a eliminar, como seguidamente
pasaría con el tributo del distrito uno. Al fin y al cabo hacía
años que no salía a relucir una puntuación tan alta, aunque fuera
en un distrito profesional.
“Sí, parece que William será el
tributo más fuerte de estos juegos.” Meditó ella para sus
adentros mientras salían las banales puntuaciones del tercer
distrito. Un tres y un cuatro. “El más peligroso”
Y sin embargo también el más
sentimental, pues, él y su compañera de distrito eran los únicos
que se hallaban ligados por una alianza más fuerte que los demás.
Una alianza no de compañerismo, no de amistad, sino, de amor…De
eso no había tardado mucho en darse cuenta el siempre sereno Sean
desde que los había visto en el desfile, tan juntos y encaprichados
el uno del otro. Evidentemente, todo podía ser fingido, pero lo
dudaba. Quizás se equivocaba, puede que en estos juegos, hubiese
realmente alguien dispuesto a salvar algo más que a su propio
pellejo. Esos chicos…Eran diferentes, podrían cambiarlo todo.
— ¿Qué nota crees que tendremos? —
le preguntó Giannira indecisa mientras los comentaristas seguían
hablando de los chicos del distrito anterior al suyo. — ¿Qué tal
lo has hecho? — volvió a llamar su atención. Desde que lo
conocía, incluso en su distrito ya que asistían al mismo colegio,
el chico que se hallaba a su lado no había sido nada hablador,
pero…cuando lo hacía, parecía tan seguro, tan carismático que se
había auto convencido a si misma de que simplemente era más
introvertido que los demás. Tampoco es que fuese un crimen.
— Bien. Supongo, pero no creo que de
para más de un nueve. Estaba un poco nervioso en la prueba. —
reconoció cuando la pantalla mostró precisamente esa nota. Ella
sonrió. — ¿Lo ves? Tú tampoco creo que tengas más. — Añadió.
Giannira asintió pero volvió a oscilar el rostro hacia él,
curiosa, finalmente declaró.
— Mientes muy mal, ¿sabías? — Él
la miró a los ojos con el rostro teñido en sorpresa. —No te he
visto nervioso en todo el día. ¿Qué planeas? — Sean no dijo nada
sino que desvió la mirada hacia la pantalla como si de repente le
interesase ese nueve ya esperado de su compañera y lo que comentaban
de ella y se mantuvo silencioso unos instantes. Solo mirando.
—No necesitas saberlo ahora. —
declaró finalmente sonriendo con un brillo de astucia en la mirada.
—Solo quédate con qué lo tengo todo bajo control. — Y era
cierto, todo estaba saliendo según lo previsto. Bueno, quizás la
nota de William no, pero eso lo hacía más emocionante.
“5, 4, 6...”Jack seguía
mentalmente la lista de notas de tributos repartidas por la tabla que
mostraba la pantalla plana del salón de su planta. Allí se hallaban
sentados él y su compañera de distrito, uno al lado del otro, y
rodeados por un lado su acompañante de distrito, Felix, un joven de
pelo pincho verde oscuro tan brillante que se podría ver a tres
palmos de distancia y ojos pardos adornados en un rostro lleno de
tatuajes de ramas que lo hacían parecer ridículo además de algo
afeminado. Y, por el otro su mentor,Blight, pues en aquella época el
distrito 7 carecía de representante femenina con vida para ejercer
de mentora. Melania había cambiado su habitual pelotilla por un
collar de cuentas que le había obsequiado el acompañante
seguramente por pena. No estaba nerviosa sino asustada. Cada día que
pasaba se acercaba más a su destino, la muerte. Y, por más que
tributo, acompañante y mentor intentasen distraerla, desviar su
atención hacia el disfrute ultimo de la vida que le quedase, pues
era lo único que podían hacer con una niña como ella, sin
posibilidad alguna de sobrevivir; ella no podía evitar sentir en
ocasiones como esta un miedo que se propagaba como frío inesperado
por todo su cuerpo. Haciéndola estremecerse a cada nota alta que
viera, porque en realidad si se mostraba poco interesada por
progresar, aprender a cazar o a defenderse, era porque sabía lo poco
eficaz que sería en alguien como ella. Con una fuerza casi
inexistente, poca envergadura y baja estatura. No había nada que
jugase a su favor, excepto el hecho de que fuera rápida corriendo,
más no podía pasar todos los juegos escapando, tarde o temprano la
atraparían y sería su final.
Una mano cálida vino a posarse
entonces sobre la suya en un intento de calmar su constante temblor
desde que habían aparecido las notas profesionales, especialmente
aquel once de William, la chiquilla levantó la mirada desconcertada
encontrándose con la sonrisa reconfortarte de Jack. Quizás el chico
no fuese asiduamente tan amable con ella como podía serlo su mentor,
pero esos gestos decían mucho más de lo que parecían. La
apreciaba, no como una amiga ya que conociéndose apenas de unos días
eso era imposible, pero la apreciaba.
Jack por su parte esperó a que se
calmase del todo antes de volver su rostro a la pantalla, al fin y al
cabo ese 2 de la chica del distrito 6, una inútil chica de catorce
años, no es que le interesase mucho personalmente. Esperó
pacientemente a que le diesen su nota, no esperaba mucho, no era
ningún profesional, pero su prueba había ido muy bien, además
allí, por fin le habían dejado coger un hacha. Su rostro se tornó
entonces en una sonrisa conforme y satisfecha al ver un 7 reluciente
en la pantalla, podía haber sacado más, lo sabía, pero no quería
llamar demasiado la atención. Atraería a los profesionales si lo
hiciera y entonces...no viviría más de un día sobre la arena. Sí,
un siete era una nota perfecta, lo sacaba a la luz como algo más que
un tributo cualquiera, una persona a la que no había que subestimar,
pero no lo convertía en algo peligroso, como habría sido de sacar
una nota más profesional. Le permitía establecer un plan en base a
lo hecho, un plan para triunfar entre las sombras.
Melania por su parte sacó un 5, no era
mala nota para una niña como ella, de hecho estaba seguro de que
ella incluso se esperaba menos, pero seguía sin ser una nota que
albergara mucha esperanzas para ella. Sea como fuera la chica se
relajó, volviendo a su jugueteo incesante con el collar, más esta
vez no estaba nerviosa, solo abstraída, sumergida seguramente en
algún recuerdo feliz que no tuviera nada que ver con los juegos.
Jack volvió a su observación concentrada, estaba estudiando las
notas de los tributos para ver quienes iban a hacer los más fuertes
de estos juegos y, de estos, cuales iban a ser un obstáculo, o
podrían serle útiles, pues presentía que aun podía hacer algunas
alianzas eficaces en la arena.
—Y Volvemos a un elemento
importante en estos juegos, Caesar. — Claudis y su compañero
parecían tener una estrategia para presentar a cada tributo, verter
los focos sobre él o no. Era algo astuto y provechoso para las
cámaras pero no muy bueno para los concursantes, sobre todo en el
caso de Nolan. —El segundo chico, el nuevo pretendiente, el
tercer elemento de este triángulo...—
—¡Genial!— protestó contrariado
el chico castaño al ver la publicidad que le daban a su aliado, no
debería de sorprenderle dada la actitud de este último, pero no
podía ser más inconveniente. ¿Como pretendía pasar desapercibido
si uno de sus aliados se dedicaba prácticamente a captar la atención
de los juegos con esa actitud de rebelde mal formado con derecho de
hacer lo que quiere? La de veces que se había propuesto acabar con
la alianza antes de que ocurriese nada grave resultaban incontables,
pero no solo le había dado su palabra a Chris de que intentaría no
alejar al chico moreno de su grupo, sino que, utopícamente, había
esperado controlarlo. Y en vez de eso no solo él chico había
seguido haciendo lo que quería sino que aprovechaba sus intentos de
acercamiento con los profesionales, porque era cierto Jack había
intentado utilizarlo para espiar al grupo, permitiéndole acercarse a
Cynthia cuanto quisiera mientras le proporcionase una vía de
investigación; para caramelarse a la princesa de la alianza
profesional. Bien entendía que la chica no era culpable de nada y
que los sentimientos de Nolan no era algo que pudiese controlar pero
aun así no dejaba de estar enfadado. Iba a echarlo todo a perder.
“A menos que haya alguna forma de evitar el baño de sangre de
aquellos dos, ¿Pero como?”Pensaba
Jack frotándose las sienes, cuando una mano pequeña intentó
tirarle del brazo.
—¿Que
pasa Melania?— preguntó volviendo a la realidad de la sala y los
juegos. Ella sin decir nada más señaló la pantalla donde brillaba
un reluciente 10, la nota de Nolan.
Incrédulo, Jack se
levantó de su asiento apretando los puños de frustración, ¿se
podía saber que pretendía Nolan? ¿De verdad quería llegar a esta
situación? Desafiar al capitolio y al chico del distrito 1 al mismo
tiempo no era para nada buena idea, le podría ser fatal. No, no le
podría, iba a serlo,...
Y si Jack se
hallaba indignado, William estaba peor aun, de hecho después de ver
la nota en sus ojos brillaba una mirada de tal odio y rabia que por
un instante Cynthia pensó que de hallarse en la misma habitación de
Nolan sería capaz de matarlo. Lentamente la chica entrelazó su mano
con la suya pero el rápidamente se deshizo de ella a la vez que se
levantaba, no iba a soportar más cumplidos a ese maldito tributo.
Además, poco importaban las notas de los demás tributos,
prácticamente tenía la batalla ganada.
—¡William!—
llamó Cynthia asustada. —¿Que te pasa?, ¿que más da lo que el
haga?— Se había incorporado sobre el sofá olvidadas por completo
las otras notas, tampoco es que le importase mucho de todos modos.
Solo le interesaba el chico de pie ante ella. Evans y Cashmere por su
parte se hallaban silenciosos ante el grupo y sus miradas se
desvidián entre la pantalla, que afortunadamente absorbía
fácilmente a Mystie, y sus tributos.
—¡No
da igual si sigue rondándote como un perro, Cynthia! Atrayendo tu
atención a la vez que la del capitolio. Metiéndote bajo los ojos de
los vigilantes— William prácticamente temblaba mientras hablaban,
sus reacciones eran cada vez más contradictorias, pero,
extrañadamente, en aquel momento Cynthia pareció más que nunca
comprender,...William no centraba toda la atención sobre él solo
por rabia, no, él sabía más que nadie lo que había que hacer. O
al menos lo había sabido hasta que habían comenzado los conflictos
entre ellos. Y todo por aquel chico Nolan,...
—¿Tienes
miedo William? —Él se mostró sorprendido, hasta ahora no había
podido ponerle nombre a aquel sentimiento, la sensación de perderlo
todo a medida que se sucedían los acontecimientos, era algo que
había comenzado a manifestarse en el desde que Evans le había
relevado los resultados de las primeras encuestas, esa sensación de
que todo lo que hacía sería en vano. Nolan no era unicamente el
objetivo constante de sus celos, era el elemento constante que podía
bascularlo todo. Si Cynthia seguía acercándose a él, al enemigo
del capitolio, todo podría caer más rápido de lo que ellos
imaginaban.
—Sí,
Cynthia, lo tengo. — admitió el chico al fin mientras ella
intentaba acercarse a él, el suspiró y le sostuvo la mano. —Miedo
de no poder protegerte llegado el momento. De perderte,...— La
chica iba a abrir la boca pero él negó. —No, escucharme, por
favor. Estoy harto de discutir, ¿vale? Estamos comprometidos en esto
desde el momento en que entramos, lo sabes y yo...No pretendo
controlar tus sentimientos, sobre todo cuando te dije que te dejaría
pensarlo, pero tampoco puedo controlar los míos. Estoy celoso,
rabioso, quiero enfrentarme a él y...yo...No quiero que esto te
pille en medio. Puedo controlarlo todo mientras te mantengas del lado
de los profesionales. Pero, si eliges a ese chico. No puedo
garantizarte protección. Respetaré tu decisión, eso sí
pero...—desvió la mirada hacia algún punto alejado para no tener
que mirarla a los ojos. —No puedo garantizar lo mismo de los
vigilantes si consiguen veros como los rebeldes que sois.—
Repentinamente la atrajo hacía sí haciendo que sus labios
consiguiesen chocar con los suyos. —Solo quiero protegerte pequeña.
—confesó después del beso manteniendo sus rostros bien juntos el
uno del otro. —Protegerte y salvarte. Compréndelo por favor —
Las lágrimas asomaron por los ojos de Cynthia ante tal sacrificio y
antes de que el se separase lo abrazó.
—Lo
comprendo William, no te preocupes. — Su mano acercó entonces el
rostro de él al suyo para finalmente susurrarle —Pero no eres el
único que hace esto, yo también quiero salvarte.— Repentinamente
el chico se separó.
—No—pronunció
simplemente. “No me hagas esto por favor”
pensó, más la chica no cambió su ademán en ningún momento, no
tenía porque hacerlo, no iba a dejar a William cargar con toda la
responsabilidad y más cuando ella había dado razones firmes de no
merecer ese sacrificio. No iba a permitirle desperdiciar su vida de
aquella manera. No por ella,...
—Desgraciadamente
las cartas ya están echadas. —las palabras pronunciadas por Cris
en aquel tejado no podían ser más ciertas. Él y Jack se habían
encontrado allí para discutir la estrategia para la arena. Pues era
el único día que tenían para hacerlo, mañana entre la preparación
y las entrevistas apenas podrían cruzarse y la noche de las
entrevistas era para pasarla con sus compañeras de distrito,
despedirse adecuadamente de ellas y del capitolio. Calmar los nervios
y prepararse para lo que venía y eso no podían hacerlo si gastaban
esa noche en discutir estrategias, tenían que tenerlo todo planeado
de ante mano antes.
—Sí.
— dijo simplemente el chico castaño. —Ya no podemos contar con
Nolan después de esto, no si queremos llegar lejos. —Declaró
pensativamente él. —Pero...
—Él
era nuestro único vinculo con los profesionales, lo sé. La sola
manera de tener pistas de lo que planean estaba en lo que soltase la
rubia ingenuamente a nuestro amigo. — Cris se rió amargamente por
lo mal que les estaba saliendo todo. —Pero debes reconocer que
desde el inicio era una cuerda muy floja. —
—Lo
sé, lo sé. Basar todas nuestras esperanzas en Nolan fue una
tontería, créeme que lo sé. —Admitió bajando el rostro hacia el
suelo como si repentinamente este fuera muy interesante para
él.—Pero, estaba desesperado, ¿vale? —Volvió el rostro hacia
su compañero alterado. —Realmente quería hacer parte de los
profesionales, Cris. Y cuando...Ese engreído...Sean, me expulsó de
aquel puesto, negándome la oportunidad de destacar. Aprovechándola
entonces él para unirse al círculo,...Todo cayó. No solo por lo de
ese día, sino simplemente, por él, quiere desafiarme, lo noto en su
rostro y no me gusta nada. Por eso...—
—No
has intentado volver a acercarte directamente a los profesionales
desde entonces. No quieres enfrentarte a él. — Procuró comprender
Cris los planes de su amigo, el chico del distrito 7, él más
inteligente de los tres y, posiblemente de todos los tributos,...La
única persona de todas las que iban a participar en los juegos que
podría ayudarle a sobrevivir más que nunca.
Jack asintió
suspirando frustrado. —Sé que es una tontería, que tarde o
temprano tendremos que afrontarnos todos, pero...— Inesperadamente
el chico del distrito doce lo cortó pero no con la continuación de
su frase sino con una simple pregunta.
—Realmente
quieres ganar, ¿verdad?— el chico no pudo más que observarlo
incrédulo, ¿cuando se había dado cuenta...? —¿Porque si no
podrías querer unirte a los profesionales entonces? Sabes tan bien
como todos los distritos desfavorecidos como él mío y el tuyo, lo
traicioneros que pueden ser esos privilegiados del capitolio. Ningún
tributo razonable se acercaría a un paso de gente como ellos y sin
embargo tú...querías entrar en el círculo. ¿Qué otro motivo
puedes tener para ello que el de querer ganar? Es demasiado evidente
y...—
—Demasiado
peligroso, lo sé. — lo cortó enseguida el tributo. —Pero
sí...Quería utilizarlos, aprovecharme de esa gente para eliminar lo
que no podría matar. Ya sabes a quienes me refiero, a esos
chiquillos asustados que no tienen otra razón para estar aquí que
la de estar muertos de hambre, gente como tu compañera de distrito.
—Al oír aquello último Cris quiso hablar pero cambió de idea,
prefería escuchar las razones de su aliado a intentar en vano
defender a su compañera, al fin y al cabo para lo que iba a
servir,...—Quería integrarme en su grupo para aprovecharme de
ellos, engañarlos como pudiera y finalmente...Alzarme como el único
“profesional” de un distrito desfavorecido. Usar mi inteligencia
para acercarme a los miembros adecuados, manipularlos, o al menos
intentarlo, para que la mayoría se matasen entre ellos y no me
prestasen demasiado atención hasta el momento indicado y
entonces...—
—Acabar
con todo. — finalizó Cris. Jack simplemente asintió brevemente
alegre. —Era un buen plan.— Le concedió sonriendo de vuelta,
seguidamente volvió a levantar la mirada el horizonte inquieto.
—Sé
que no lo entiendes. —Dijo Jack entonces.
—¿Quién
te ha dicho que no lo haga?—
—Pensaba
que...—
—No
pienses. —la conversación encadenada provocó una risa en los
chicos. Sabía que no deberían de llevarse tan bien, pero no podían
evitarlo, realmente simpatizaban entre ellos, eran casi como amigos.
—Mira Jack, yo también quise sobrevivir al inicio. Hasta que me di
cuenta de porque estaba aquí, el castigo,...No soy muy diferente de
Nolan al fin y al cabo. Los dos sobrevivimos yendo en contra de las
reglas del capitolio. —El otro chico asintió, no había tardado
mucho en darse cuenta de ello. —Pero tú,...desde el inicio
procuraste cumplir las reglas, bien es cierto que siendo hijo único
nunca has tenido nadie a quien alimentar sobre ti mismo y supongo que
eso lo favorece al fin y al cabo. El que fueses discreto y callado y
no llamases la atención del capitolio. Si estás aquí es solo por
mala suerte, es normal que quieras salir,...—
—Es
exactamente eso Cris, quiero salir, ganar, sobrevivir y volver a
casa. Me da igual el dinero pero en cierto modo también me
favorecería. Sé que el costo de todo ello, lo que hay que hacer en
la arena, es muy grande pero aun así,...no quiero rendirme, Cris. No
quiero morir. —confesó entonces Jack la verdad. Todo lo que hacía,
sus alianzas, los planes, no tenían más fin que el de salir vivo de
los juegos, costase lo que le costase.
—No
lo harás Jack, te lo prometo. Mereces ganar más que ninguno.
—Seguidamente Cris desvió la mirada hacia la dirección del
viento, dejando que este le alborotase los cabellos y entonces pudo
ver, en la misma dirección, alguien no muy lejos de ellos pero
completamente ajeno a la conversación que habían tenido.
William...Sonrió
—¿Aún
quieres acercarte a los profesionales Jack?—Sugirió entonces.
—Tienes una vía por allí. —Jack desvió la mirada hacia donde
señalaba y el miedo pareció brillar en su rostro. —No hablarás
en serio, ¿no?—Soltó entonces negando repetitivamente con la
cabeza, más Cris asintió.
—Tenéis
un alborotador común, ¿no?—Jack lo miraba cada vez más asustado,
una cosa era introducirse en los profesionales, y otra era hacerse
amigo de uno de ellos, prácticamente el más peligroso además. Su
aliado no podía hablar en serio. —Alguien a quién queréis
apartar antes de que lo estropee todo. —Asintió aun reticente, no
podía negar eso, Nolan se estaba convirtiendo en un problema también
para más personas. —Mira, no te digo que os volváis super amigos
porque eso es completamente imposible pero, ¿que hay de malo en
intentar una alianza encubierta? Aprovecharte de él no debería ser
difícil para ti. Conoces su punto débil. —
—Sí,
solo tendría que forzarlo a mi favor. — murmuró Jack para sí
mismo cediendo al razonamiento de su aliado. —¿Por qué haces
esto?— le preguntó entonces, de verdad que no acababa de entenderlo del
todo. —¿Que ganas en ello?—Cris por su parte no hizo más que
sonreír amistosamente, sus motivos no podían ser más puros.
—Nada,
ya te lo dije, solo quiero que ganes. —La cara de Jack no pudo
evitar convertirse en una de breve alegría ante aquel gesto tan
sorprendente como altruista, jamás imaginaría que un tributo
intentase ayudar a otro tributo y más a él. No, jamás había
imaginado que alguien como Cris prefiriese ayudarle en vez de
perjudicarlo. Bien sabía que el joven no albergaba sobrevivir a los
juegos pero de ahí a eso, ayudar a otro a conseguirlo. Alteraba por
completo sus planes pero aun así no le disgustaba, le alegraba mucho
contar con un amigo en estos juegos.
—Bueno,
me voy a la cama. —Cris entonces se levantó alisándose las ropas.
—Voy a necesitar energías para tener que sonreír ante las caras
de esta gente rara que nos observa. Haymitch no me va a ayudar,
¿sabes? Es tan antisocial como yo. — comentó riéndose divertido.
Jack también sonrió.
—¿Sigue
sobrio?—se interesó entonces, lo había sorprendido mucho verle
así durante el desfile y siempre se había preguntado la razón
hasta que la había tenido ante sus ojos, Cris le había devuelto las
esperanzas al siempre borracho mentor.
—¡Que
va!— contesto Cris simplemente. —Lo intentó, de verdad que lo
intentó, pero en cuanto salió la nota de William volvió a agarrar
la bebida y ni siquiera mi 8 le detuvo. De hecho, una de las razones
de que pueda estar tranquilamente aquí, es que se desmayó poco
después. Prácticamente no tiene remedio. —Finalizó con cierta
nota de rabia el chico del distrito 12, el cual al igual que la mayor
parte de los jóvenes que salían elegidos en su distrito no
soportaba a su mentor. Ya bastante difícil era conseguir destacar en
los juegos siendo un tributo del distrito más descuidado y
desfavorecido en su opinión, como aun por encima teniendo a un
mentor que prácticamente conseguía el efecto contrario. Rebajarlos
de tal modo que nadie apostase por ellos mismos, ni siquiera ellos
mismos a veces.
—Quizás
no deberías de despreciarlo tanto— Dijo simplemente Jack como
consejo.
—Quizás
— contestó simplemente el otro chico con una pequeña sonrisa y
partió hacia abajo.
Jack por su parte
volvió a oscilar la vista hacia el chico del distrito 1, que se
hallaba muy ocupado observando las estrellas. No parecía muy feliz y
era evidente la razón. Cris, tenía razón, conocía bien su punto
débil, ese que le estaba haciendo tanto daño. El chico del distrito
7 entonces sonrió. No estaba todo perdido, aun no.
“Si, quizás no sea mal plan al
fin y al cabo” Pensó
finalmente. Solo había que saber manejarlo bien
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Nos vemos prontito tributes ^_^
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Queridos tributos, aunque me encanta que esteis aquí y me leáis, me gustaría aún más que me dejarais vuestra opinión. Es lo que me anima a seguir la historia más que nunca.^_^